
Noviembre 20, 2017
¿COMO DEFINIRÍAS EL MATRIMONIO?
Quizás usarías palabras como: relación, unidad, melodía, amor, dedicación, sacrificio, pacto, institución, sociedad u otras más. Las diferentes palabras aparecen según se experimenta el matrimonio. Yo he querido descubrir lo que Dios tiene en mente en relación al matrimonio, pero no estoy buscando una definición, estoy buscando como vivirlo, disfrutarlo, y darle la gloria a Dios.
Génesis 1.26-31 DHH
26Entonces dijo: “Ahora hagamos al hombre a nuestra imagen. Él tendrá poder sobre los peces, las aves, los animales domésticos y los salvajes, y sobre los que se arrastran por el suelo.”
27 Cuando Dios creó al hombre,
lo creó a su imagen;
varón y mujer los creó,
28 y les dio su bendición:
“Tengan muchos, muchos hijos;
llenen el mundo y gobiérnenlo;
dominen a los peces y a las aves,
y a todos los animales que se arrastran.”
29Después les dijo: “Miren, a ustedes les doy todas las plantas de la tierra que producen semilla, y todos los árboles que dan fruto. Todo eso les servirá de alimento.
30Pero a los animales salvajes, a los que se arrastran por el suelo y a las aves, les doy la hierba como alimento.”
Así fue,
31y Dios vio que todo lo que había hecho estaba muy bien. De este modo se completó el sexto día.
Con el privilegio del matrimonio tengo en primer lugar la dicha de poder reflejar la imagen de Dios.
El Nuevo Testamento hace mucho énfasis en esto cuando revela la relación de Cristo y la iglesia. Pero hoy, el primer día que medito en todo esto, no profundizaré hasta ese punto. Esa reflexión para mi vida y para todo aquel que crea que es útil vendrá posteriormente.
En lo que si quiero empaparme hoy es que el matrimonio es entre iguales. La esposa no es un trofeo que se gana mediante el cortejo, y luego se exhibe para que todos la contemplen junto a otros premios obtenidos. Ni el esposo debe ser doblegado a adoptar la figura de un proveedor diligente y tolerante.
Ese primer día de la existencia del ser humano (en hebreo se usa adán y ha-adán), el hombre no recibió la instrucción de dominar a su igual. Lo que si se le dijo fue que se uniera a ella y que se convirtieran en uno solo.
No es necesaria una investigación biológica profunda, ni psicológica, ni de ninguna otra disciplina científica para concluir que el hombre y la mujer son diferentes. A lo que si debemos poner atención es que esas diferencias se complementan perfectamente.
Nuestra misión ahora es perfeccionar nuestro funcionamiento como matrimonio reconociendo primero que ahora estamos perfectamente complementados. Tenemos la esperanza que podemos llegar con la ayuda de Dios al estándar que Él diseño el matrimonio. Solo así verdaderamente nos disfrutaremos como un solo ser.