
Enero 23, 2018
CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE ESTABLECER Y ASIGNAR RESPONSABILIDADES
Que privilegio saber que somos escogidos, equipados y asignados a realizar labores importantes. Trato de imaginarme la dicha que experimento Josué cuando escuchó a Dios decir: “Mi siervo Moisés ha muerto; ahora pues, levántate, cruza este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 3 Todo lugar que pise la planta de vuestro pie os he dado, tal como dije a Moisés. 4 Desde el desierto y este Líbano hasta el gran río, el río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el mar Grande que está hacia la puesta del sol, será vuestro territorio. 5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. 6 Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría.” Josué 1.2–6 LBLA.
¿Cuál es la importancia de establecer y asignar responsabilidades? Buenos, asignar responsabilidades es parte esencial para que todo salga según el plan. En la relación matrimonial, especialmente en los primeros años del matrimonio, las parejas necesitan resolver el asunto crucial de "quien hace que." Asignar responsabilidades entre los cónyuges parece una cosa tan fácil, que actualmente, muy pocos se preocupan en resolver como vivirán esta dinámica. No se construye una conclusión en cuanto a los quehaceres domésticos, las finanzas, las compras y todo lo que hace que el hogar funcione. Cuando hablamos de hogar, nos referimos al ambiente en el que las personas se sienten conectadas y al que pertenecen. Las asignaciones claras fortalecen el ambiente hogareño.
Hoy en día, por supuesto, las divisiones rígidas de los roles son cosas del pasado. Tradicionalmente, y sobre todo en nuestra mentalidad latina, el hombre se definió como el proveedor de todo lo necesario y la mujer como la que se quedaba en casa, encargada del cuidado de los hijos y de las mil tareas domésticas. Como consecuencia, el hombre aprendía que no tenía responsabilidades en los oficios domésticos, ni en el cuidado de sus hijos, pues esas eran “cosas de mujeres”. La mujer, por su parte, aceptaba que ella era la que debía atender al esposo y las cosas de la casa. Eso fomentaba una división muy drástica entre las actividades masculinas y femeninas dentro de la relación matrimonial, y generaba un desbalance poco sano al matrimonio.
El matrimonio es como un regalo que tanto el esposo como la esposa reciben. En este regalo vienen ciertos privilegios y derechos, pero también vienen ciertas responsabilidades, obligaciones y tareas. No hay un manual completo, ni minucioso que especifique cuáles tareas debe hacer el hombre y cuáles la mujer. Cada miembro de la pareja debe evaluar los roles y expectativas que tiene frente a su cónyuge, y ajustarlos a las necesidades reales de la pareja. Comunicación clara y precisa es siempre una herramienta importantísima en este proceso.