Enero 4, 2018
CONSECUENCIAS POSITIVAS Y NEGATIVAS
Coré, Datán, Abiram y On, lograron el apoyo de 250 líderes jefes de la congregación, muchos de los cuales eran de la tribu de Leví. Este grupo confrontó a Moisés con la acusación: “¿Por qué, entonces, os levantáis por encima de la asamblea del Señor?” Números 16.3 LBLA
En un sentido muy general tenían razón, pues era cierto que todo Israel estaba consagrado al Señor. Sin embargo, se equivocaron al pensar que el sacerdocio era un oficio que podían designar ellos mismos a su voluntad.
Un tema repetido en la historia del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento es el de las consecuencias.
Nuestros actos siempre provocan consecuencias. Hay consecuencias positivas y negativas las cuales se convierten en una o la otra especialmente por las elecciones y acciones que se ejecutan.
Las personas gozamos de la libertad de elegir y hacer lo que mejor nos parezca. A esa libertad la conocemos como: libre albedrío. Es importante resaltar que las decisiones que toma una persona, usando el libre albedrío, la señalan como sabia o necia al final. Hay que ser consciente de ello y no siempre, con la bandera del derecho hacer o decir cualquier cosa.
Las consecuencias negativas son desagradables, indeseables y dañinas. Provienen de aquellos que eligen aceleradamente sin pensar en Dios, los seres amados ni el futuro. Eligen sin sabiduría, sin respeto ni amor. Son producto de los que hablan pensando: “Esta es mi boca, mi lengua, mis labios. Nadie puede decirme lo que debo decir con ellos.” Y por eso, dicen lo que quieren sin pensar en los sentimientos de los demás ni las consecuencias del mañana. El efecto que todo esto produce es triste, lamento, dolor, vergüenza, resentimiento y sobre todo separación de Dios. Afecta tanto al protagonista como también a los que lo rodean.
Las consecuencias positivas son las más esperadas y lindas, las que nos hacen felices, porque normalmente resultan del esfuerzo, buena intención y amor, que se le puso a alguna acción, y entonces resulta en un efecto positivo para nosotros o para los que amamos.
Coré y sus seguidores actuaron como necios. Nosotros debemos reflexionar acerca del privilegio que tenemos de elegir y hacer. Podemos tomar decisiones egoístas y cobardes, decisiones que tomamos porque nos da miedo tomar otras distintas. Sin embargo, podemos tomar decisiones sabias, altruistas, precavidas, valientes, humildes, inspiradas por la fe y la obediencia a Dios. Empecemos a llevar una vida que avergüence al diablo y agrade a Dios. Nuestro Señor nos ha concedido el honor de poder elegir. Encaminémonos por la vía que lleva a la vida, al servicio fructífero, a las buenas obras y al amor.