Enero 9, 2018
ELLAS TIENEN RAZÓN EN LO QUE DICEN
“Entonces el Señor habló a Moisés, diciendo: Las hijas de Zelofehad tienen razón en lo que dicen. Ciertamente les darás herencia entre los hermanos de su padre, y pasarás a ellas la herencia de su padre.” Números 27.6–7 LBLA. El sistema que Dios implementa no fue el mismo sistema de los israelitas. Por eso se ocupó de las hijas de Zelofehad en Números.
Dios deja claro que las mujeres tienen un significado especial para Él y que se merecen el honor y el respeto de los hombres. Desde el principio, la mujer fue creada para tener un papel importante en la sociedad. Dios decidió poner en ella todo lo que le haría falta para desarrollar su rol sobre la tierra. Dios, quien nos ofrece a todos los seres humanos la salvación, percibe a la mujer limpia, pura, justificada y restaurada.
Las palabras del apóstol Pablo: “el esposo es cabeza de la esposa” Efesios 5.23 DHH, no significan que el hombre sea más valioso que la mujer. Los ángeles del cielo no se regocijan más cuando se convierte un hombre que cuando se convierte una mujer. En Cristo “Ya no importa el ser… hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno solo.” Gálatas 3.28 DHH.
Las mujeres son sumamente inteligentes, tienen una magia que es el sentido común y la intuición femenina que las hace ser fuertes y seguir adelante, pero sobre todo tienen el don más importante, dan vida al ser humano y eso las hace ser seres indispensables. Todos los humanos nacieron de una mujer ¡y eso es muy valioso!
Por otro lado, no hay mujer que se destaque sola, los demás siempre serán necesario. Es importante que vivamos usando el sistema que Dios diseño para nosotros. Es importante vivir en alianza con el cónyuge, con los hijos, con la familia, con la sociedad. Es importante que el hombre avance de la mano de con la mujer, que ambos se complementen, que se cree un equilibrio entre el hombre y la mujer.
El plan de Dios para las mujeres y los hombres es vivir satisfechos, felices, con amor y pasión. Si no vivimos según el plan de Dios viviremos amargados, frustrados, angustiados e insatisfechos.