Febrero 2, 2018
VERBALIZAR NUESTRA GRATITUD
Antes que Josué despidiera a las tribus de Rubén y Gad, y a la media tribu de Manasés, Josuée las convocó, las alabo, las bendijo y les dio las gracias. "1Luego Josué convocó a las tribus de Rubén y Gad, y a la media tribu de Manasés, 2 y les dijo: "Ustedes han cumplido todas las órdenes que les dio Moisés, siervo del SEÑOR. Además, ustedes me han obedecido en cada mandato que les he dado. 3 Durante todo el tiempo que ha pasado, hasta este mismo día, ustedes no han abandonado a sus hermanos los israelitas. Más bien, han cumplido todos los mandatos del SEÑOR. 4 Y ahora que el SEÑOR su Dios ha cumplido lo que prometió y les ha dado descanso a sus hermanos, regresen ustedes a sus hogares y a sus tierras que Moisés, siervo del SEÑOR, les entregó al lado oriental del río Jordán. 5 Y esfuércense por cumplir fielmente el mandamiento y la ley que les ordenó Moisés, siervo del SEÑOR: amen al SEÑOR su Dios, condúzcanse de acuerdo con su voluntad, obedezcan sus mandamientos, manténganse unidos firmemente a él y sírvanle de todo corazón y con todo su ser." 6 Dicho esto, Josué les dio su bendición y los envió a sus hogares." Josué 22.1-6 NVI.
En vez de solo limitarse a despedirlas, Josué reflexionó en las buenas acciones y el excelente comportamiento de hermandad de las tribus del este, y les dio las gracias. Es muy especial que nosotros hagamos lo mismo. Ver y valorar a las personas que nos rodean, especialmente a nuestro cónyuge, y verbalizar nuestra gratitud, en vez de ignorarlas o subestimarlas, hace que las relaciones trasciendan.
La relación matrimonial necesita un cuidado constante, porque es fácil que con la convivencia bajemos la guardia, y demos por sentado que nuestra pareja sabe cuánto la amamos. Recordémosle a nuestra pareja lo importante que es con un te quiero, te amo, me haces feliz, te necesito, te extraño, gracias. Hacer esto cada día lograría reforzar la relación y mantener efervescente el amor sin caer en la rutina y en la desilusión. Dios puede ayudarnos a valorar a los seres más cercanos, a la familia extendida, y todo ser sobre la tierra.
¿Cuándo fue la última vez que agradecimos a Dios por las personas que ha traído a nuestra vida? Intentémoslo en algún momento. Nos sorprenderemos de la cantidad de personas por las que podemos dar gracias. Comencemos con la familia cercana y sigamos con parientes más lejanos. Después de haber dado gracias por los parientes pensemos en las personas que han influido en nuestra vida. Por ejemplo: maestros, mentores o ministros. Continuemos luego con las personas de nuestro vecindario que han sido amables con nosotros a lo largo de los años, antiguos compañeros de clase, amigos del grupo de estudio bíblico y personas que han sido apoyo en los tiempos difíciles de la vida.
¿Cuándo fue la última vez que agradecimos a Dios por las personas que ha traído a nuestra vida? Intentémoslo en algún momento. Nos sorprenderemos de la cantidad de personas por las que podemos dar gracias. Comencemos con la familia cercana y sigamos con parientes más lejanos. Después de haber dado gracias por los parientes pensemos en las personas que han influido en nuestra vida. Por ejemplo: maestros, mentores o ministros. Continuemos luego con las personas de nuestro vecindario que han sido amables con nosotros a lo largo de los años, antiguos compañeros de clase, amigos del grupo de estudio bíblico y personas que han sido apoyo en los tiempos difíciles de la vida.
"no he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones." Efesios 1:16 NVI.
"Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos." 1 Timoteo 2:1 NVI.