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Enero 31, 2018

NI UNA SOLA PROMESA SIN CUMPLIRSE

“43 Así que el Señor le entregó a Israel toda la tierra que había jurado darles a sus antepasados, y los israelitas la tomaron para sí y se establecieron en ella. 44 Y el Señor les dio descanso en todo el territorio, tal como se lo había prometido solemnemente a los antepasados de ellos. Ningún enemigo pudo hacerles frente, porque el Señor los ayudó a conquistar a todos sus enemigos. 45 Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor le había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse; todo lo que él había dicho se hizo realidad.” Josué 21.43–45 NTV.

En la actualidad hay tantas personas que mentimos o no cumplimos nuestras promesas, que no es extraño que a muchos les cueste cada vez más confiar en los demás. Quizás te hirió o decepciono alguien en quien creías. Tal vez esperaste o estas esperando todavía que hagan lo que dijeron que harían. ¿Quiere esto decir que no se puede confiar en nadie? Afortunadamente, hay alguien que merece nuestra confianza total y absoluta. La Biblia nos aconseja: “Confía en Jehová con todo tu corazón” Proverbios 3.5 LBLA.

¿Por qué podemos estar seguros de que Dios nunca nos decepcionará? Josué, casi a sus 110 años, había presenciado muchos de los milagros que Jehová realizó a favor de los israelitas, como cuando los liberó en el mar Rojo. Cerca de terminar sus días sobre la tierra reunió “a todo Israel, a sus ancianos y sus cabezas y sus jueces y sus oficiales” Josué 23.2 LBLA, para despedirse de ellos. Seguramente había pasado muchas horas reflexionando en su pasado y, antes de morir, quiso pronunciar un discurso de despedida ante la nación. Josué les dijo: “se han cumplido todas las cosas buenas que el Señor les prometió. Ni una sola de sus promesas quedó sin cumplirse.” Josué 23.14 DHH. Está claro que Josué confiaba en Dios sin reservas. La vida le había enseñado que Jehová siempre cumple sus promesas. Sin duda, su deseo era que los israelitas también tuvieran fe en que se cumplirían todas las promesas que aún faltaban por realizarse.

Hagamos una lista de todas las promesas en la Biblia, investiguemos y estudiemos uno a uno todos los personajes a los que se les hicieron promesas, a ver si hallamos un solo caso en el que Dios haya olvidado o incumplido una promesa. Si fuera posible realizar una investigación como esta, llegaríamos a la misma conclusión que Salomón: las promesas de Jehová nunca fallan. “¡Bendito sea el Señor, que ha concedido la paz… según todo lo que ha prometido! Pues no ha dejado de cumplir ninguna de las buenas promesas que hizo.” 1 Reyes 8.56 DHH.


Algunas veces es difícil ver que Dios está realmente en control de las situaciones. Por esa razón, es importante resaltar que Dios verdaderamente cumple sus promesas y obra para el bien de nosotros. ¿Estamos confiando en las promesas de Dios para nuestras vidas a pesar de estar atravesando dificultades en este momento? En lo personal, hago una lista de algunas de las promesas que Dios nos ha dado en su Palabra. Para mi es importante colocar esta lista en un lugar donde la pueda ver diariamente. Yo encuentro necesario meditar en estas promesas para energizar mi caminar con Cristo, mi relación matrimonial, mi función como padre, mi participación en el Reino, y cumplir el propósito por el cual fui creado. Debo confesar que hay días que son muy difíciles y he tenido que pedirle perdón a Dios por mi inconsistencia, pero las promesas son tan poderosas y un recurso por el cual todos podemos recobrar gozo, esperanza y fuerza.

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6.33 RV60.


“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros” 1 Pedro 1.3-4 LBLA.


“El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva.” Juan 7.38 LBLA.


“Humíllense delante del Señor, y él los enaltecerá.” Santiago 4.10 DHH.


“Repite siempre lo que dice el libro de la ley de Dios, y medita en él de día y de noche, para que hagas siempre lo que este ordena. Así todo lo que hagas te saldrá bien.” Josué 1.8 DHH.


“Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes.” Lucas 6.38 DHH.


“Mi Dios, pues, suplirá toda vuestra necesidad según su riqueza en gloria en Cristo Jesús.” Filipenses 4.19 LBT.

“Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti.” Salmo 32.8 LBLA.


Pon tu delicia en el Señor, y El te dará las peticiones de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino, confía en El, que El actuará” Salmo 37.4–5 LBLA.


“ El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los rescata.” Salmo 34.7 LBLA.


“Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.” Filipenses 4.6–7 LBLA.


“Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1.9 LBLA.


“No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha. 8El que siembra en los malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna. 9Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. 10Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos en la fe.” Gálatas 6.7–10 DHH.

“No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.” Isaías 41.10 LBLA.


“Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces.” Jeremías 33.3 LBLA.


“Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. 29 Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma.” Mateo 11.28–29 NTV.


“Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, 26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?” Juan 11.25–26 LBLA.


“Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.” Juan 12.26 LBLA.


“Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros.” Santiago 4.7 LBLA.


“y debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.” 2 Pedro 1.4 NTV.

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