top of page
1398463_10201077861643464_1091688156_o.jpg

Enero 17, 2018

¿CÓMO SE PUEDE TENER UNA RELACIÓN DE PAREJA CON ALGUIEN QUE ESTÁ AUSENTE?

Una relación de pareja pasa por diversas etapas, que van desde el enamoramiento hasta la crianza de los hijos y la madurez. La responsabilidad de trabajar es una constante durante mucho tiempo de esas etapas. Actualmente, el tiempo que se puede invertir en una relación parece escaso, y aunque parezca irrelevante, por lo general mucho de ese tiempo suele invertirse completamente en el trabajo, lo cual se convierte al final en causa de los problemas de pareja. El trabajo es parte importante de nuestra vida y más aún si trabajamos en lo que más nos gusta hacer. Sin embargo, el trabajo no debería ser una total prioridad en nuestras vidas, porque provocaría que perderíamos cosas mucho más importantes.

¿Es nuestro cónyuge adicto al trabajo? Si la respuesta es: sí, una de las cosas que primero debemos entender es el fuerte deseo de trascender. Este deseo es una de las principales necesidades emocionales que impulsan a algunas personas. Muchas personas afanadas por el trabajo no nos damos cuenta que nuestra verdadera trascendencia viene de ser hijos de Dios, y de hacer realidad sus planes para nosotros. Deuteronomio 26.18 NTV habla de los hijos de Dios como su propio “tesoro especial.” Nuestro Padre celestial nos ama no por lo que seamos o hagamos, sino porque Él nos creó. No podemos hacer nada para incrementar o disminuir el valor que tenemos para Él.


Las personas adictas al trabajo tendemos a olvidar esta gran verdad. Como resultado, ponemos todo nuestro esfuerzo en sobresalir en el ámbito laboral, a menudo ignorando nuestra relación más cercana. Por ello es importante saber identificar cuando la pasión o responsabilidad ante un trabajo se convierte en un problema que afecta nuestra relación.

No permitamos, que nuestro afán por el trabajo, nos lleve a dejar de escuchar e interesarnos por el otro, de prestarle atención, de estar atento a sus necesidades. Es lamentable cuando ya no se comparten cosas, cada uno está en su mundo con sus propias preocupaciones, que en muchos casos ya ni siquiera comentamos en pareja, cada uno está ocupado con lo suyo. Se deja de sentir el apoyo y la solidaridad del otro, y en muchos casos, ni siquiera se interesa por buscar tal apoyo o solidaridad, hay un distanciamiento grande, y podríamos decir que son dos soledades viviendo bajo un mismo techo. Uno o ambos miembros del matrimonio tienden a refugiarse en diversas actividades por fuera. Uno quedándose muchas más horas en el trabajo, y el otro en cualquier otra actividad, lugar o circulo de personas. Así, los problemas de comunicación son muy notorios y la indiferencia afectiva se hace notar, el ambiente es muy tenso, por lo que en cualquier momento uno o ambos podrían estallar. Los sentimientos de enojo, humillación, tristeza y depresión pueden acompañar el comportamiento de uno o ambos miembros de la pareja. La falta de paciencia del uno al otro lleva la relación a una situación extrema, por lo que se da el siguiente paso en donde se experimenta una sensación de calma y de libertad cuando el otro no está presente.

Si un miembro de la pareja es adicto al trabajo, no maldigamos su trabajo ni a nuestro cónyuge. Cuanto más alabemos y valoremos a nuestro cónyuge por quién es y no por lo que hace, más probabilidades habrá de que nuestra pareja adicta al trabajo pase menos tiempo en su trabajo y más tiempo con nosotros. 

¿Cómo se puede tener una relación de pareja con alguien que está ausente?: News
bottom of page