“SIENDO BARRO, VIVAMOS EN DEPENDENCIA DE DIOS”

Mi misión es motivarlos a vivir en dependencia con nuestro Creador. Nuestra dependencia podría estar en diferentes niveles. En mi juventud me enfrente a la inseguridad de si mi dependencia con mi creador era suficiente. Quizás te has preguntado: Si Dios está perpetuamente presente, ¿es posible disfrutar de comunión inacabable con Él? ¿Sería posible vivir, minuto tras minuto, en la presencia de Dios? ¿Es posible tener una relación tan íntima con Dios que podamos decir que en todo y para todo dependemos de Él?

Un hombre decidió dedicarse a responder esta pregunta y escribió: ¿podemos tener contacto con Dios todo el tiempo? ¿Cuándo estamos despiertos, vamos a dormir y volvemos a despertar? ¿Podemos hacer su voluntad todo el tiempo? ¿Podemos pensar sus pensamientos todo el tiempo? ¿Podemos ponerlo como la máxima prioridad en nuestras vidas? Escojo usar el resto de mi vida para contestar estas preguntas.

Estas palabras se encuentran en el diario de Frank Laubach. Su diario llego a convertirse en un libro de motivación para miles de creyentes. Nació en los Estados Unidos en 1884. Fue misionero entre los analfabetos, a los que enseñaba a leer para que pudieran conocer las bellezas de la Biblia. La enseñanza de este hombre es relevante, pero lo que más me fascina es la manera en que tuvo comunión y comunicación con Dios. Insatisfecho con su vida espiritual, a los cuarenta y cinco años Laubach decidió vivir: “En continua conversación íntima con Dios y perfecta respuesta a su voluntad”

En su diario, que empezó el 3 de enero de 1930. Anotó un historial de sus experiencias. Les comparto varios fragmentos. Al leerlos, tenga presente que no fueron escritas por un monje en un monasterio, sino por un instructor muy ocupado y dedicado.

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26 DE ENERO DE 1930: Siento a Dios en cada movimiento, al desear que Él dirija estos dedos que ahora golpean esta máquina de escribir; al desear que Él obre en mis pasos cuando camino.

18 DE ABRIL DE 1930: He probado la emoción de la comunión con Dios que ha hecho desagradable todo lo que sea discordante con Dios. Después de una hora de íntima amistad con Dios mi alma se siente limpia, como nieve recién caída.

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24 DE MAYO DE 1930: Esta concentración en Dios es agotadora, pero todo lo demás ha dejado de serlo. Pienso más claramente, y me olvido con menos frecuencia. Las cosas que hacía antes con esfuerzo, ahora las hago con facilidad y sin esfuerzo alguno. No me preocupo por nada, ni pierdo sueño. Camino como en el aire una buena parte del tiempo. Incluso el espejo revela una nueva luz en mis ojos y cara. Ya no me siento apurado en cuanto a nada. Todo parece andar bien. Cada minuto lo enfrento con calma como si no fuera importante. Nada puede salir mal excepto una cosa: que Dios pudiera salirse de mi mente.

Cuando murió en 1970, sus técnicas de educación eran conocidas casi en todos los continentes. Su frase “each one teach one” se ha hecho famosa en el medio educativo. Sin embargo, el deseo de su corazón no era el ser condecorado, sino la comunión ininterrumpida con el Padre.

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Cómo responderías a las preguntas: ¿Podemos vivir en dependencia de Dios todo el tiempo? ¿Es realista esta meta? ¿Está a nuestro alcance?

La respuesta es: “sí” y la respuesta es “afirmativa” porque Jesús nos demostró cómo se logra vivir en dependencia del Padre.

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Jesús siempre estaba consciente de la presencia de su Padre. Lea conmigo en la Biblia: “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente” Juan 5:19 RV60. “Yo soy en el Padre, y el Padre en mi” Juan 14:11 RV60. Jesús era extraordinariamente diferente, porque tenía una extraordinaria relación con el Padre Celestial 

¿Alguna vez se ha topado con el tipo rato mientras va en la calle? Tiene puestos los audífonos y por eso actúa de forma diferente. Lo mismo sucedía con Jesús. Debido a que Él podía oír lo que otros no podían, actuaba de forma diferente. ¿Recuerda cuando todo el mundo estaba preocupado por el hombre que había nacido ciego? Jesús no. Él sabía que la ceguera revelaría el poder de Dios. "No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él." Juan 9.3 RV60. ¿Recuerda cuando todo mundo estaba afligido por la enfermedad de Lázaro? Jesús no. Él sabía que la enfermedad era para que el Padre y el Hijo recibieran gloria. “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella” Juan 11.4 RV60. Jesús podía oír lo que nadie más podía y el Padre Celestial desea que nosotros también disfrutemos de la misma conexión que disfruto Jesús. Pablo dijo: “29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo” Romanos 8:29 RV60. Dios desea tener con usted la misma permanente intimidad que tenía con su Hijos Jesús.

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¿De qué tipo de intimidad estamos hablando?... Dios usa varios ejemplos para explicar la relación que Él tiene planeada con nosotros.

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El primer ejemplo es la planta de uvas y sus ramas. “5Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada… 7Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará” Juan 15:5,7 DHH. ¿Qué le parece esta última parte? “Pidan lo que quieran y se les dará” Permítame sacar mi lista… Yo tengo muchas cosas que se me antojan, y usted también. Yo tengo muchas cosas que necesito y usted también. Yo tengo un Padre que me las da, ¿y usted? Dios quiere que estemos unidos a Él. Unidos a Él, para darnos de su amor. Unidos a Él, para darnos vida. Unidos a Él, para enseñarnos como hacer las cosas. Unidos a Él, para darnos poder. Unidos a Él, para darnos todo lo que necesitemos. Unidos a Él, para dar mucho fruto bueno y abundante.

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Otro ejemplo que Dios usa para describir la intimidad que Él desea con nosotros es la idea del Templo. “¿No saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios les ha dado, y que el Espíritu Santo vive en ustedes?” 1 Corintios 6:19 DHH ¿Es el Espíritu un visitante o un residente? ¿Su presencia es ocasional o permanente? Podemos estar seguros de que: el Espíritu no viene y se va, no aparece y desaparece. Al contrario, su presencia es permanente y siempre disponible. ¡Esta es una excelente noticia! ¡NUNCA estamos lejos de Dios! Dios no viene a nosotros los domingos en la mañana y se va los domingos en la tarde. Siempre permanece en nosotros. Continuamente está presente en nuestras vidas.

El matrimonio también es usado para describir esta poderosa intimidad. Él nos ha hecho votos, juramentos, como un esposo los hace a la esposa. Dios no es un traidor que anda teniendo amantes. Dios no es un infiel que busca aventuras. Dios está en un nivel superior, y no busca satisfacer deseos momentáneos. En Dios hay franqueza, ternura y comunión continua. Nosotros algunas veces nos acercamos a Él con alegrías. Algunas veces nos acercamos con nuestras tristezas. Pero en cualquiera de los dos casos Él siempre nos recibe. Dios quiere que estemos cerca de Él. Él quiere estar cerca de nosotros. ¿Sabía usted que las personas que viven largo tiempo juntas a la larga empiezan a parecerse? Hablan de forma similar y hasta empiezan a pensar de forma similar. La hermana Rachel Cortez es mi esposa, y hemos estado cerquita los últimos 13 años. Siendo gringa al día de hoy a ella le gusta: Las tortillas, las películas de Pedro Infante y las de Cantinflas. En ocasiones come sin usar los cubiertos, y a veces llama a las personas con ruiditos… El haber estado tanto tiempo cerca ha hecho que nos parezcamos en mucho. Conforme nos acercamos a Dios captamos sus pensamientos, sus principios, sus actitudes. Dios realizo un matrimonio entre Él y todos los creyentes. “Para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa y sin mancha” Efesios 5.27 NVI. Dios quiere una cercanía con todos nosotros para así podernos hacer radiantes, sin mancha, ni arrugas, perfectos y santos.

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El último ejemplo para describir la intimidad que Dios quiere con nosotros es el de las ovejas y el pastor. Muchas veces La Biblia nos llama el rebaño de Dios. “Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado” Salmo 100:3b RV60. No necesitamos saber mucho de ovejas para saber que el pastor nunca abandonará a su rebaño. Si vemos a un grupo de ovejas, sabemos que hay un pastor cerca. Si vemos a un cristiano, sabemos que su Padre está cerca. El Buen Pastor nunca deja a sus ovejas. “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” Salmo 23:4 RV60. 

Dios quiere estar: unido a nosotros como la vid a las ramas, tan presente en nosotros como Dios lo estaba en el templo, tan íntimamente con nosotros como el esposo con la esposa y tan devoto a nosotros como el pastor con sus ovejas.

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Si Dios nos desea tan cerca de Él… la pregunta sería: ¿Cómo le hacemos tu y yo para aprovechar su intención?

Lo primero sería: mantente en la dirección correcta. Una de las cosas que más admiro de Jesús fue su capacidad de mantenerse en la dirección correcta. Jesús pudo haber tomado otros caminos. El bien pudo haber llegado a ser: Un revolucionario político, un líder nacional y después mundial, el fundador de la más grande escuela de sabios, el mejor médico y sanador de cuerpos, pero él se concentró en su Misión, la de ser el Salvador del mundo. “El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” Lucas 19.10 RV60. “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” Marcos 10.45 RV60. Cristo estaba enfocado indefectiblemente en una tarea, y cuando cumplió su tarea dijo:¡Todo se ha cumplido! Juan 19.30 NVI.

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¿Nos encantaría poder decir lo mismo? ¿Nos encantaría poder decirle a Dios lo logre Padre? ¡Hice las cosas como tu querías! ¡He vivido cerca de ti, haciendo lo que te gusta! Para lograrlo debemos…

Evitar las distracciones. Tenemos que aceptar que nos distraemos fácilmente. Cabíamos nuestras prioridades como cambiamos de moda. Terminamos nuestros esfuerzos tan rápido como terminamos una dieta. Queremos que todo sea tan fácil como tomar el ascensor o como las puertas eléctricas de Wal-Mart, pero la vida no es así de fácil, y mantenernos cerca de Dios nos cuesta mucho. Para facilitar esta situación nuestra mente debe estar clara en lo que significa vivir en dependencia de nuestro creador. Pedro nos dice que ya NO debemos “vivir el resto de nuestras vidas terrenales satisfaciendo nuestras pasiones humanas sino cumpliendo la voluntad de Dios” 1 Pedro 4.2 NVI. Subraye las palabras “el resto de nuestras vidas terrenales”. Es como decir, de ahora en adelante. Sin que importe qué te haya controlado en el pasado. Nunca es demasiado tarde para poner tu vida en el curso correcto y ser parte del plan de Dios. 

Finalmente, y como cosa importantísima, para lograr la dependencia de Dios en nuestras vidas: Debemos siempre obedecer a la voluntad de Dios. El ejemplo de obediencia vuelve a ser nuestro Señor Jesucristo. “estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, muerte de cruz” Filipenses 2:8 RV60. La obediencia a Dios está por encima de cualquier otro deber. La obediencia trae bendición, mientras que la desobediencia trae maldición. Cuando obedecemos a Dios, es cuando realmente tenemos una relación íntima con Él. Pedro y los apóstoles dijeron: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” Hechos 5:29 RV60. ¿podemos decir nosotros lo mismo? No quiero desaprovechar esta oportunidad. Debo preguntarles ¿Hay alguien aquí que desee una relación íntima y grande con Dios? ¿Qué quiera vivir en la dirección correcta? ¿Qué quiera cortar las distracciones y entregarse al plan de Dios? ¿Hay alguien que quiera ser obediente? Yo decidí vivir dependiendo de Dios. Dios te hace hoy la invitación a ti. “Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar” Mateo 11:28 RV60. “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” Hechos 2:38 RV60.