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Diciembre 14, 2017

¿QUÉ PODEMOS APRENDER DE LA FIDELIDAD DEL PACTO DE DIOS CON ISRAEL QUE PODAMOS APLICAR A LA VIDA MATRIMONIAL?

“1 Exactamente dos meses después de haber salido de Egipto, los israelitas llegaron al desierto de Sinaí. 2 Después de levantar campamento en Refidim, llegaron al desierto de Sinaí y acamparon al pie del monte Sinaí. 
3 Entonces Moisés subió al monte para presentarse delante de Dios. El Señor lo llamó desde el monte y le dijo: «Comunica estas instrucciones a la familia de Jacob; anúncialas a los descendientes de Israel: 4 “Ustedes vieron lo que hice con los egipcios. Saben cómo los llevé a ustedes sobre alas de águila y los traje hacia mí. 5 Ahora bien, si me obedecen y cumplen mi pacto, ustedes serán mi tesoro especial entre todas las naciones de la tierra; porque toda la tierra me pertenece. 6 Ustedes serán mi reino de sacerdotes, mi nación santa”. Este es el mensaje que debes transmitir a los hijos de Israel». 
7 Entonces Moisés regresó del monte y llamó a los ancianos del pueblo y les comunicó todo lo que el Señor le había ordenando. 8 Y todo el pueblo respondió a una voz: «Haremos todo lo que el Señor ha ordenado». Entonces Moisés llevó al Señor la respuesta del pueblo.” Exodus 19.1-8 NT

Dios reunió a los israelitas al pie del monte Sinaí para revelarle los planes que tenia reservados exclusivamente para ellos. Dios estaba decidido hacer de el pueblo de Israel un pueblo de sacerdotes y una nación santa. Dios no canceló su pacto cuando Israel se negó a obedecer sus mandatos. Sin embargo, el pueblo no podía disfrutar de los beneficios del pacto de Dios, si no cooperaba con Él. Las promesas del pacto de Dios eran incondicionales. No obstante, el fruto del pacto no podía disfrutarse a menos que Israel estuviera dispuesto a responder al pacto de Dios.

Este principio se ejemplifica en la relación matrimonial. Un esposo reconoce que le estado dedicando poco tiempo de calidad a su esposa para escuchar sus preocupaciones, alegrías y luchas. Se compromete a escuchar fielmente para estar al tanto de las ideas y sentimientos de su esposa, y de ese modo, poder demostrarle el amor que le ha prometido. Si su compromiso es verdaderamente incondicional, la escuchará independientemente del estado de ánimo de ella, de la manera de hablarle o de lo que le diga. Estará comprometido a escucharla, sea lo que sea. Sin embargo, para que la esposa reciba el beneficio de este compromiso de parte del esposo, deberá en todo caso estar dispuesta a hablar y exponer sus pensamientos, inquietudes, desacuerdo o ideas.

Demos gracias a Dios porque Él es un Dios de pactos y cumple sus promesas. Aprendamos de Él para fortalecer nuestros pactos, pero también aprendamos a tomar el beneficio que contiene el pacto.

¿Qué podemos aprender de la fidelidad del pacto de Dios con Israel que podamos aplicar a la vida mat: News
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