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Enero 19, 2018

¿HAY TEMORES DE LOS QUE NOS GUSTARÍA SER LIBRES?

¿Cómo pueden las parejas vencer sus temores a consecuencias negativas, las cuales pueden paralizarlos y evitar que persigan cambios positivos?

Debemos ser honestos y reconocer, que los cambios pueden producir miedo. Nos pueden sacar de nuestra zona de comodidad. Sin embargo, los cambios son inevitables. No los podemos eludir. Los cambios también involucran cierta cantidad de riesgos, pero también los riesgos son parte de la vida. Asumimos riesgos cuando entramos a un automóvil y conducimos en la carretera. También, asumimos ciertos riesgos cuando subimos usando una escalera. Cuando enseñamos a nuestros hijos a usar la bicicleta estamos asumiendo ciertos riesgos también. La mayoría de nosotros, estamos dispuestos a asumir esos riesgos, sin pensar mucho en ellos, porque asumirlos es una necesidad.

Lo mismo es cierto cuando buscamos iniciar un mejoramiento para nuestra relación matrimoniales y familiares. Siempre existirá el riesgo de que el proceso provoque desacuerdos, conversaciones largas, dudas y temor. Por otro lado, si no iniciamos el avance en nuestros matrimonios y familias, vamos a limitar nuestro potencial para avanzar positivamente a cosas mejores. Por esto, las parejas deberíamos estar dispuestas a correr el riesgo y estimular el crecimiento matrimonial y familiar. Si nos paralizamos debido a nuestros temores, estamos decidiendo encerrarnos en un ambiente o estado menor al que deseamos. Si lo pensamos bien, los riesgos son mínimos comparados a llevar nuestras relaciones a un estado más favorable.

Debo volver a decir que los cambios son inevitables. La relaciones matrimoniales y familiares siempre están en movimiento, obligadas cambios y enfrentando retos. Hay que admitir que nuestras relaciones podrían estar creciendo o decreciendo. Podríamos estar moviéndonos hacia un ambiente fresco, de crecimiento, prosperidad, armonía, vitalidad, entusiasmo y amor, o podríamos estar moviéndonos hacia un ambiente opaco, triste, limitado, de escases, cólera, desesperación, insatisfacción e incertidumbre. Las parejas y familias que viven con satisfacción, paz, prosperidad y amor, han rechazado rendirse, están dispuestas a enfrentarse a sus temores y asumir los riesgos, aferrándose con firmeza a la creencia de que sus esfuerzos para mejorar sus relaciones finalmente darán buenos resultados.

Moisés le dijo a las familias israelitas y su próximo líder “se fuerte y valiente” cuando se preparaban la movilización hacia la tierra prometida. “Cuando Moisés terminó de dar esas instrucciones a todo el pueblo de Israel, 2 dijo: «Ya tengo ciento veinte años y no puedo seguir guiándote. El Señor me dijo: “No cruzarás el río Jordán”. 3 Sin embargo, el Señor tu Dios sí cruzará delante de ti. Él destruirá a las naciones que viven allí, y tú tomarás posesión de esa tierra. Josué te guiará para cruzar el río, tal como el Señor prometió. 4 »El Señor destruirá a las naciones que viven en esa tierra, tal como destruyó a Sehón y a Og, los reyes de los amorreos. 5 El Señor te entregará a los que viven allí, y tú tendrás que hacer con ellos lo que te ordené. 6 ¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el Señor tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará». 7 Luego Moisés mandó llamar a Josué y, en presencia de todo Israel, le dijo: ¡Sé fuerte y valiente! Pues tú guiarás a este pueblo a la tierra que el Señor juró a sus antepasados que les daría. Tú serás quien la repartirá entre ellos y se las dará como sus porciones de tierra. 8 No temas ni te desalientes, porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará.” Deuteronomio 31.1–8 NTV. ¿Crees que los israelitas pudieron haber sentido miedo? Yo creo que sí. Pero Moisés los motivo a vencer esos miedos, a enfrentarse a los retos, a confiar en que todo saldría bien y que gozarían de la posesión de la tierra prometida. Sobre todo, Moisés los animo a creer que Dios les daría la victoria.

¿Hay temores de los que nos gustaría ser libres? Es seguro que Dios quiere hacernos libres de todos nuestros miedos, además, quiere que disfrutemos de sus promesas. Pongamos en práctica lo que leemos en Salmos 34.4 DHH “Recurrí al Señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores.” Conversemos con nuestra pareja, expongamos nuestros temores y luego oremos el uno por el otro para que Dios nos haga fuertes y valientes. Creamos de todo corazón que Dios puede hacer que avancemos y experimentemos gran satisfacción. Lo que para nosotros es amenazador, para Dios es una fácil victoria.

“Sé que tú todo lo puedes, y que nadie puede detenerte” Job 42.2 NTV. “Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible” Mateo 19.26 DHH. “¡Ah, Señor Dios! He aquí, tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido; nada es imposible para ti.” Jeremías 32.17 LBLA. “Porque ninguna cosa será imposible para Dios.” Lucas 1.37 LBLA.

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